miércoles, 19 de noviembre de 2008

LA AUTONOMÍA DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS.

El proyecto de ley de Liberación Nacional que irónicamente pretender conceder autonomía a los pueblos indígenas, lejos de hacer realidad tan ansiada aspiración, la contradice y lo que es mucho peor, la manipula.
El Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la declaración de la ONU sobre el derecho a la autodeterminación de los pueblos indígenas de 13 de diciembre de 2007 claramente establecieron, valga decir, con jerarquía constitucional, la protección de los indígenas frente a la discriminación, el reconocimiento de su integración cultural, y la total autonomía en decisiones como territorio, bienestar y desarrollo social de sus pueblos y desde luego, sobre la forma de el gobierno que les venga en gana.
Según el artículo 7 de la Constitución Política aquellos convenios y tratados plenamente ratificados por nuestro Estado se incorporan en la legislación con grado jerárquico igual al de la propia carta magna y según la Sala Constitucional, en el tanto existan convenios que amplíen, mejoren o regulen derechos humanos, los mismos se tienen por aplicados en nuestra legislación sin necesidad alguna de que pasen por el calvario de ratificación de la Asamblea Legislativa, entonces pregunto:
¿ Porqué carajo algunos diputados quieren que se apruebe un proyecto que disque va a dar autonomía a los indígenas.? ¿No será todo lo contrario? ¿No es cierto que si los pueblos indígenas ya son autóctonos y libres, es una paradoja que 57 legisladores vengan a imponer las dichosas reglas para su autodeterminación?
No existe un solo padre de la patria que pueda arrogarse la representación de los pueblos indígenas, de todos el que más se acerca a nuestros herederos ancestrales es Oscar López del PASE, por aquellos de su comprobada malicia indígena.
Y es precisamente el diputado no vidente quien ha alzado su voz para denunciar que este proyecto de ley, lejos de pretender liberar a nuestros pueblos indígenas, les ata irremediablemente a las condiciones impuestas por nuevos colonizadores.
Por ejemplo, impone la iniciativa en cuestión que cada pueblo ha de gobernarse con base en unos tales consejos indígenas y pregunto yo nuevamente ¿ que pasa si una comunidad indígena decide cualesquier otra forma de autogobierno?
Este proyecto es una aberración, fue consultado a menos de 3,000 indígenas de una población que se calcula que vive en las reservas de poco más de 25,000, mientras que otros 25,000 indígenas viven fuera de sus territorios probablemente hastiados de la desidia y olvido de los gobiernos de turno, ni se enteran que parta ser reconocidos sus derechos fuera de sus territorios, deberán de enfrentarse a un engorroso trámite previsto en la iniciativa.
Oscar López del PASE se ha opuesto al proyecto con base en éstos y otros argumentos, especialmente considera que hay razones para creer que se pretende politizar a las comunidades autóctonas.
Resulta justo dudar que el establecimiento de la forma de gobierno indígena por parte de políticos, podría representar en una visión controladora de las comunidades, de sus territorios y por desgracia de sus riquezas escondidas, por lo que debemos de poner atención al contenido de ese proyecto.
Nos sentaremos a ver que pasa, sin bajar la guardia. Ese si, o vence la cordura y se permite que las comunidades tengan el tiempo y el derecho de elegir la forma en la que quieran gobernarse, y administrar sus riquezas naturales, o nuevamente triunfará en Costa Rica la mediocridad y el oportunismo, y unos cuantos interesadillos, que se encuentran muy lejos del ser indígena, decidirán por esos miles a sus anchas y conveniencia, el futuro de nuestra herencia ancestral.

0 comentarios: