sábado, 3 de enero de 2009

2009

¿New Deal en Costa Rica?

(Primera parte)


Víctor Emilio Granados Calvo.

Abogado.

A partir del 1º de enero rige el ansiado proyecto cumbre del neoliberalismo criollo costarricense, a saber el TLC con Estados Unidos y las leyes de apertura del mercado de telecomunicaciones y seguros. Pero lo que pudo ser motivo de celebración para los seguidores de las teorías económicas de Friedman, no es más que un gran balde de agua fría debido a las enseñanzas y lecciones de la crisis económica que sacude a la meca del capitalismo.

Por más paradójico que parezca en este año 2009, en nuestro país se realizará en su esplendor el ideario del neoliberalismo, mientras que a un mismo tiempo culminará y dará paso a una renovada etapa del Estado solidario que al menos en papel, se preserva desde la Constitución Política de 1949.

Frente a la tesis imperante en las últimas seis administraciones (Arias-Calderón-Figueres-Rodríguez-Pacheco y Arias II) de que el Estado debe de ser reducido a su más mínima expresión, ya que solo sirve para garantizar la ley y en lo demás es la mano invisible (alias: mercado) la que debe de encargarse de regular nuestras vidas, quedan los hechos y las evidencias de los últimos días.

De no ser por la reciente aprobación mediante presupuesto extraordinario de la República de un plan de capitalización de la banca pública, con fondos públicos, por cien millones de dólares y por el que por cierto, presionaron los representantes de la Unión de Cámaras Empresariales, en este 2009 sería imposible acceder a un crédito.

La lógica es cruel, pues a falta de créditos, menor actividad productiva, menor crecimiento económico, mayor desempleo, mayor inflación y total desbarajuste macro y micro económico.

Queda demostrado que fue necesario que el Estado costarricense interviniera para evitar que nos fuéramos hasta un despeñadero, agarrados de la “mano inservible” y es verdad de Perogrullo, que se serán necesarias mayores regulaciones a corto plazo, para evitar una caída abrupta de la producción nacional.

Igual ocurre en los Estados Unidos en la que ya se habla del regreso del New Deal (Nuevo Trato o Contrato) debido a la similitud de las medidas que promete aplicar Obama frente a los problemas económicos graves ocasionados por el libre mercado.

Durante la gran depresión de los años treinta del siglo pasado, que algunos analistas comparan con la presente, surgió la figura del Presidente Franklin Delano Roosevelt y su New Deal.

Roosevelt quien fuera Presidente de los Estados Unidos siendo usuario de silla de ruedas debido a un ataque de poliomielitis, implementó en medio de la gran depresión programas y leyes como los siguientes: Work Progress Administration (Agencia para Mejora del Trabajo para la generación de empleo y protección de derechos civiles a los desocupados, fortalecimiento de Sindicatos), Agricultural Adjusment Act (Ley de Ajuste Agrario para equilibrar la oferta y demanda de productos alimenticios), Tennessee Valley Authority (programa de construcción de presas para generación de energía, control de agua y apoyo a técnicas agrícolas) National Industrial Recovery Act o NIRA ( Ley para la recuperación Industrial mediante esquemas que mantenían equilibrio en los precios) amén de regulaciones varias, respecto de la emisión de bonos bursátiles, la bolsa de valores y operaciones bancarias.

Cualquier coincidencia con los anuncios de Obama frente a la actual crisis no es casualidad.

Aunque muchas de las medidas de Roosevelt no prosperaron y otras fueron interrumpidas por el estallido de la segunda guerra mundial, lo cierto es que el New Deal fue en aquel entonces y es ahora, la única salida posible para reactivar la economía doméstica de un occidente, al que le ha salido muy costoso pagar los caprichos de una teoría en la que lo que impera es la ley del más fuerte.

Un nuevo contrato social, un retorno al Estado solidario que interviene a favor del más débil, del pobre, del desposeído, del trabajador, del agricultor y de la clase media, el fortalecimiento de los derechos civiles, la reactivación de la producción y la adecuada y justa distribución de la riqueza que provenga de esa reactivación podrían formar parte de ese New Deal tico, que se impondrá gracias al fracaso del neoliberalismo y a la amarga verdad para muchos de John Keynes está vivo.

1 comentarios:

Unknown dijo...

Hola don Victor, recibo cordialmente su invitación, bueno veo por la tematica de su blog que somos diametralmente opuestos en nuestras ideologias, si eso no representa problema para usted con todo gusto lo agregamos al blogroll (claro con nota aclaratoria con un chispazo de humor).

Saludos