· Fue pronosticado por científicos nacionales con epicentro en Nicoya.
· Períodos cíclicos relacionados con cantidad de energía
· Sismo de Cinchona puede activar más fallas, ya despertó Toro Amarillo.
· Eventos multitudinarios como fiestas de Palmares deben de contar con un plan responsable de emergencias.
No tengo el más mínimo ánimo de crear pánico infundado, zozobra o impedir que la vida cotidiana siga en su ritmo, todo lo contrario, después del “cinchonazo” del pasado 08 de enero la lógica indica que los costarricenses debemos intentar retomar la rutina y normalidad que caracterizan nuestros hábitos y costumbres.
Sin embargo hace algún tiempo se anunció por parte de geólogos del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (OVSICORI) con sede en la Universidad Nacional (UNA), que la península de Nicoya es un probable escenario para un sismo de gran intensidad y ante lo ocurrido en Cinchona, lo prudente es retomar con total seriedad las observaciones de los científicos nacionales.
Costa Rica es un país altamente sísmico, el año pasado se registraron un total de 4.700 sismos todos ellos de muy baja intensidad gracias a Dios y se originaron ya sea por falla local, subducción o el llamado choque de placas continentales (ZFP) es decir cualesquiera de las tres fuentes generan movimientos telúricos en nuestro suelo.
Para los investigadores (Carlos Montero y Henry Rodríguez en “El Terremoto de Nicoya: un posible escenario” disponible en www.ovsicori.una.ac.cr/sismologia/investigaciones) hay un ciclo en los eventos sísmicos entiéndase, espacio de tiempo determinado en el que debe de liberarse una determinada cantidad energía que se establece mediante la correlación entre fecha del evento, magnitud, intensidad y duración del llamado “período de silencio sísmico”, o dicho en mis palabras período que no tembló.
De esa forma se estableció la posibilidad documentada de que debajo de la península de Nicoya se libere con una magnitud cercana a 7.7 grados un evento sísmico debido a la poca cantidad de energía liberada (pequeños temblores) versus período de inactividad geológica.
Como si esto fuera poco el terremoto de Cinchona podría además activar algunas fallas cercanas. En un principio en el OVSICORI mostraron preocupación por la falla Alajuela que de momento se mantiene tranquila, pero ya hemos sentido al menos un temblor el Lunes 12 de enero originado por la falla de Toro Amarillo, ubicada algunos kilómetros al este de Cinchona
En conclusión debemos estar alerta a nuevos eventos sísmicos como el vivido y que tanta huella nos dejó y reconocer que son muchas y razonablemente esperadas las probabilidades. No debe convertirse en motivo de pánico e histeria colectiva e impedir el desarrollo de nuestras actividades ordinarias, pero obliga a que nuestras autoridades públicas, la Comisión de Emergencias y los organizadores de eventos públicos masivos como el de Palmares, sean exhaustivos, diligentes y responsables con los planes de emergencia y evacuación de personas. Individualmente debemos de ser precavidos y seguir las recomendaciones de tener botiquines, maletines, agua, medicamentos y cobijas a mano para ser utilizadas en caso de emergencia, así como nuestro propio plan de evacuación familiar.
A los ticos no nos queda más remedio que aprender a vivir responsablemente con nuestra realidad sísmica y esperar que la próxima vez, la naturaleza se apiade de nosotros y nuestro suelo ya no brinque tanto.
· Períodos cíclicos relacionados con cantidad de energía
· Sismo de Cinchona puede activar más fallas, ya despertó Toro Amarillo.
· Eventos multitudinarios como fiestas de Palmares deben de contar con un plan responsable de emergencias.
No tengo el más mínimo ánimo de crear pánico infundado, zozobra o impedir que la vida cotidiana siga en su ritmo, todo lo contrario, después del “cinchonazo” del pasado 08 de enero la lógica indica que los costarricenses debemos intentar retomar la rutina y normalidad que caracterizan nuestros hábitos y costumbres.
Sin embargo hace algún tiempo se anunció por parte de geólogos del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (OVSICORI) con sede en la Universidad Nacional (UNA), que la península de Nicoya es un probable escenario para un sismo de gran intensidad y ante lo ocurrido en Cinchona, lo prudente es retomar con total seriedad las observaciones de los científicos nacionales.
Costa Rica es un país altamente sísmico, el año pasado se registraron un total de 4.700 sismos todos ellos de muy baja intensidad gracias a Dios y se originaron ya sea por falla local, subducción o el llamado choque de placas continentales (ZFP) es decir cualesquiera de las tres fuentes generan movimientos telúricos en nuestro suelo.
Para los investigadores (Carlos Montero y Henry Rodríguez en “El Terremoto de Nicoya: un posible escenario” disponible en www.ovsicori.una.ac.cr/sismologia/investigaciones) hay un ciclo en los eventos sísmicos entiéndase, espacio de tiempo determinado en el que debe de liberarse una determinada cantidad energía que se establece mediante la correlación entre fecha del evento, magnitud, intensidad y duración del llamado “período de silencio sísmico”, o dicho en mis palabras período que no tembló.
De esa forma se estableció la posibilidad documentada de que debajo de la península de Nicoya se libere con una magnitud cercana a 7.7 grados un evento sísmico debido a la poca cantidad de energía liberada (pequeños temblores) versus período de inactividad geológica.
Como si esto fuera poco el terremoto de Cinchona podría además activar algunas fallas cercanas. En un principio en el OVSICORI mostraron preocupación por la falla Alajuela que de momento se mantiene tranquila, pero ya hemos sentido al menos un temblor el Lunes 12 de enero originado por la falla de Toro Amarillo, ubicada algunos kilómetros al este de Cinchona
En conclusión debemos estar alerta a nuevos eventos sísmicos como el vivido y que tanta huella nos dejó y reconocer que son muchas y razonablemente esperadas las probabilidades. No debe convertirse en motivo de pánico e histeria colectiva e impedir el desarrollo de nuestras actividades ordinarias, pero obliga a que nuestras autoridades públicas, la Comisión de Emergencias y los organizadores de eventos públicos masivos como el de Palmares, sean exhaustivos, diligentes y responsables con los planes de emergencia y evacuación de personas. Individualmente debemos de ser precavidos y seguir las recomendaciones de tener botiquines, maletines, agua, medicamentos y cobijas a mano para ser utilizadas en caso de emergencia, así como nuestro propio plan de evacuación familiar.
A los ticos no nos queda más remedio que aprender a vivir responsablemente con nuestra realidad sísmica y esperar que la próxima vez, la naturaleza se apiade de nosotros y nuestro suelo ya no brinque tanto.
1 comentarios:
Sr. Granados, Gracias. Estoy recomendando la lectura de su nota con mis compañeros de trabajo y familiares. Muy acertado y me he tomado la libertad de utilizar su frase "Viva responsablemente nuestra realidad sísmica."
Saludos, Dios le Bendiga!
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