Mientras en Costa Rica un grupo de empresarios de autobuses intentan ampliar el plazo para adaptar con rampas sus unidades de transporte, burlándose así de los compromisos ordenados mediante la ley 7600 y la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las personas con discapacidad, la Unión Mundial de Ciegos (WBU por sus siglas en inglés) impulsa en el seno de la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI), la aprobación de un “Tratado para el mejor acceso de personas ciegas y demás deficiencias visuales y otras personas con discapacidad a la lectura.”
Hemos tenido acceso al texto que se discutirá en la sesión N º 18 del Comité Permanente de Derechos de Autor y Derechos Conexos de la OMPI del 25 al 29 de mayo en Ginebra Suiza. Puede descargarlo aquí.
Desde luego, no solo estamos de acuerdo con este nuevo avance en la consecución derechos para las personas con discapacidad, sino que lucharemos para que nuestro Estado se convierta en parte y la Asamblea Legislativa ratifique a la brevedad posible el Tratado.
Lo que se pretende es armonizar, equilibrar, flexibilizar y potenciar, el respeto que se debe de guardar entre los derechos de autor de obras específicamente escritas, y el derecho de las personas con discapacidad de acceder a la información, a la cultura, a las artes y a la comunicación social en general.
El Tratado generaría la posibilidad de que al momento de la publicación de textos, las casas editoriales hagan accesibles sus obras a las personas con discapacidad, sin violentar las leyes nacionales y regula la distribución de dichas obras, en formatos accesibles
“Se permitirá, sin la autorización del titular del derecho de autor, crear un formato accesible de una obra, suministrar ese formato accesible o copias de ese formato a una persona con deficiencias visuales por cualquier medio, incluidos los préstamos no comerciales, o mediante la comunicación electrónica por alambre o inalámbrica”
La anterior disposición implica un verdadero avance en la lucha por la igualdad. Se trata de una disminución en los derechos del autor y una exaltación de las aspiraciones de un grupo humano al que se le ha reconocido su derecho de acceder a la información, la educación, la cultura y las artes (artículos 21 y 30 de la Convención de las Naciones Unidas sobre Derechos de las personas con Discapacidad).
Entre otras cosas, el Tratado regula la forma en que las personas u organizaciones, tendrán acceso a las obras o sus copias una vez convertidas a formato accesible por parte de las casas editoriales y sin el consentimiento del autor. Así por ejemplo, aunque la información se generará en formato accesible no se introduce más cambios que los necesarios para que una persona con deficiencias visuales pueda acceder a la obra; los ejemplares de la obra se suministran exclusivamente para el uso de personas con deficiencias visuales; y la actividad se lleva a cabo sin ánimo de lucro.
Son buenas noticias y desde ya el PASE, partido que acogió como bandera luchar por las causas de igualdad de las personas con discapacidad, realizó las primeras gestiones ante la Cancillería de la República, tendientes a garantizar y promover la aprobación de este importante Tratado.
Hemos tenido acceso al texto que se discutirá en la sesión N º 18 del Comité Permanente de Derechos de Autor y Derechos Conexos de la OMPI del 25 al 29 de mayo en Ginebra Suiza. Puede descargarlo aquí.
Desde luego, no solo estamos de acuerdo con este nuevo avance en la consecución derechos para las personas con discapacidad, sino que lucharemos para que nuestro Estado se convierta en parte y la Asamblea Legislativa ratifique a la brevedad posible el Tratado.
Lo que se pretende es armonizar, equilibrar, flexibilizar y potenciar, el respeto que se debe de guardar entre los derechos de autor de obras específicamente escritas, y el derecho de las personas con discapacidad de acceder a la información, a la cultura, a las artes y a la comunicación social en general.
El Tratado generaría la posibilidad de que al momento de la publicación de textos, las casas editoriales hagan accesibles sus obras a las personas con discapacidad, sin violentar las leyes nacionales y regula la distribución de dichas obras, en formatos accesibles
“Se permitirá, sin la autorización del titular del derecho de autor, crear un formato accesible de una obra, suministrar ese formato accesible o copias de ese formato a una persona con deficiencias visuales por cualquier medio, incluidos los préstamos no comerciales, o mediante la comunicación electrónica por alambre o inalámbrica”
La anterior disposición implica un verdadero avance en la lucha por la igualdad. Se trata de una disminución en los derechos del autor y una exaltación de las aspiraciones de un grupo humano al que se le ha reconocido su derecho de acceder a la información, la educación, la cultura y las artes (artículos 21 y 30 de la Convención de las Naciones Unidas sobre Derechos de las personas con Discapacidad).
Entre otras cosas, el Tratado regula la forma en que las personas u organizaciones, tendrán acceso a las obras o sus copias una vez convertidas a formato accesible por parte de las casas editoriales y sin el consentimiento del autor. Así por ejemplo, aunque la información se generará en formato accesible no se introduce más cambios que los necesarios para que una persona con deficiencias visuales pueda acceder a la obra; los ejemplares de la obra se suministran exclusivamente para el uso de personas con deficiencias visuales; y la actividad se lleva a cabo sin ánimo de lucro.
Son buenas noticias y desde ya el PASE, partido que acogió como bandera luchar por las causas de igualdad de las personas con discapacidad, realizó las primeras gestiones ante la Cancillería de la República, tendientes a garantizar y promover la aprobación de este importante Tratado.
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