Antes del PASE los partidos tradicionales y sus políticos de ideas retrógradas, negociaban sin vergüenza alguna y a cambio de votos, cuántas sillitas de ruedas y bastones blancos regalarían desde el gobierno de la República "a los pobrecitos con discapacidad".
Pero hay un después del PASE y eso ha quedado claro después de 3 años de gestión legislativa. Este movimiento político que nació en la provincia de San José, y que me honró convirtiéndome en el primer diputado no vidente del país; logró, en poquísimo tiempo, tocar el corazón de los costarricenses; logró con una campaña totalmente artesanal y con escasos recursos, alcanzar el voto de más de 26 mil personas, en contra de todos los pronósticos y por encima de otras propuestas que gastaron miles de millones de colones en campañas insulsas y sin contenido.
Hay un después del PASE, porque a tres años de hacer visible nuestra lucha, la discapacidad se está convirtiendo en tema de primer orden, tanto en este Congreso, como en las agendas de las instituciones públicas y pribadas. Ahora la lucha por la igualdad de derechos, por alcanzar un verdadero equilibrio en las aspiraciones humanas de los menos favorecidos, por proteger los derechos de nuestros abuelos y abuelas, es una problemática abordada políticamente con seriedad y responsabilidad, gracias al efecto PASE.
No es fruto de la casualidad que ahora el PASE sea un partido a nivel nacional; se trata del reconocimiento de nuestra labor que han hecho mujeres, hombres, adultos mayores y jóvenes de todas las condiciones sociales y en toda la geografía nacional. Hemos presentado a la corriente legislativa más de 120 proyectos de ley y aunque una gran mayoría de esas iniciativas ha sido esquivada en esta Asamblea Legislativa, queda demostrado que estamos ávidos y repletos de ideas renovadoras. Todos los proyectos del PASE poseen un alto contenido humanista, un deseo de transformación de las reglas vigentes, una decidida intención de legislar con el pueblo y en favor del pueblo.
Pero una cosa es nuestra visión del país y otra muy distinta la que poseen las mayorías mecánicas dentro de este Parlamento. Los costarricenses deben comprender que las prioridades de un partido humanista como el PASE, que privilegia la condición social del ser humano sobre todo lo demás, no es ni ha sido ni será nunca prioridad para este gobierno, ni para otras fracciones legislativas que velan por otro tipo de intereses .
Siendo coherentes durante los últimos tres años, la población costarricense ha sido víctima de una agenda legislativa agresora, violenta, desequilibrada y contraria a los intereses de las grandes mayorías. Primero fue con el TLC cuya inutilidad para generar empleo, desarrollo y estabilidad económica ha quedado demostrada. Ya afloraron, al igual que los efectos de la fiebre porcina en la vida nacional, los primeros efectos negativos del Tratado que tanto atacamos por perjudicar los intereses nacionales. Ya vendrán poco a poco, otros efectos, por desgracia también negativos para la economía de la gente. Después fue la agenda de implementación, es decir, la culminación de un proyecto de Estado anti-solidario que atacó a las últimas instituciones públicas que nos quedaban y que poco a poco, las consumirá y liquidará ante la competencia apadrinada por políticos insensibles y avaros. Ahora es un "paquetazo de préstamos internacionales", incontrolables y excesivos que amenazan como nunca antes, con aumentar el monto de la deuda externa nacional a cifras record. Se pretende contratar créditos por 850 millones de dólares para infraestructura cuando ha sido demostrado por la Contraloría General de la República, que ni el MOPT ni las municipalidades, han tenido la capacidad de tapar un hueco a tiempo; porque no ejecutan miles de millones de recursos propios, de recursos generados en el país mediante los impuestos con el sudor de los costarricenses.
Desde este momento el PASE anuncia que se opondrá a ese crédito, que reserva por cierto muchos de esos millones para consultorías injustificadas. En medio de una crisis económica como la que experimenta el mundo, lo peor que podemos hacer, es hundir más el barco a puras deudas que impedirán el verdadero desarrollo nacional. La flexibilización laboral promovida por los empresarios, es un timo para los trabajadores a quienes se les pretende endosar el peso de la crisis. Ni los créditos productivos bancarios, ni los hipotecarios se han hecho accesibles. ¡Da vergüenza! saber que en este país, -en este momento que les hablo- es más fácil obtener un crédito para comprarse un BMW que obtener un crédito favorable, para producir papa en Cartago, ganado en Guanacaste, frijoles en Upala o cebolla en Santa Ana.
Desde el PASE decimos NO a la tal flexibilización laboral, que es un atentado más en contra de los trabajadores; decimos SÍ al trabajo decente; decimos SÍ a la propuesta de los sectores sociales frente a la crisis y decimos BASTA a la clase política tradicional, que es a fin de cuentas la que nos tiene sumidos en este atolladero. Costarricenses, el verdadero espíritu de la democracia es que cada uno de los diputados representemos al pueblo como juramos ante la Patria; somos la voz del pueblo.
Y como tal el PASE ha cumplido con ese pétreo ideal de la democracia indirecta. Mi partido siempre ha sido consecuente; nuestra voz, la voz de quienes depositaron en nosotros su confianza en las urnas y nuestros actos, van de la mano. Llegamos en el 2006, siendo un partido independiente, y a pesar de todo nos hemos mantenido independientes.
Nuestras creencias, nuestras propuestas, el ejercicio de control político que responsablemente hemos llevado adelante, dependen únicamente de nuestra conciencia acerca de la realidad nacional y no de la conciencia de otros ensombrecidos y trasnochados.
Esta Fracción Legislativa a nadie le rinde pleitesía o tributo, a no ser a los miles de costarricenses que nos honraron con su voto y a los otros miles, que auguramos nos acompañarán en la próxima contienda político electoral, para traer a este Congreso la Fracción de diputados humanistas más grande que recuerde la historia nacional.
En éste último año legislativo, clamamos por el cambio en la agenda legislativa. En lugar de aprobar créditos y dinero para consultores, en cambio, aprobemos mi iniciativa de otorgar pensión a las madres trabajadoras que tienen niños internados en los hospitales y que tienen que renunciar a sus empleos para acompañarlos; en lugar de ver cómo jodemos al trabajador?, en cambio, aprobemos la legislación que el PASE ha propuesto para que las pensiones se entreguen con dignidad y certeza jurídica a miles de personas con discapacidad y adultos mayores, a quienes le son rechazadas con pretextos jurídicos, mezquinos y muchas veces clientelistas; en lugar de tratar a los adultos mayores como seres atrofiados e improductivos, en cambio, legislemos en favor de su autonomía y del reconocimiento de su aporte a la sociedad, aprobando el Código para la Persona Adulta Mayor. Hemos permitido que la Caja Costarricense de Seguro Social preste millones de colones en riesgosas hipotecas como si fuera un banco, por eso en cambio, propongo que legislemos en favor de las y los trabajadores que han servido al país o a sus empresas durante más de 30 años, permitiéndoles jubilarse anticipadamente desde los 57 años de edad.Ese proyecto de ley, en especial, debe de ser revisado muchas veces, analizado y vuelto a analizar, pues como proponente y defensor de la Jubilación Anticipada, no estoy dispuesto a aprobar una ley en la que se le cargue todo el costo del anticipo a los trabajadores.
La coyuntura de encontrarnos en un año electoral, no debe ni puede ser obstáculo para que realicemos el trabajo que se nos encomendó desde el 1º de mayo de 2006. Desde siempre me he sentido un empleado más de los costarricenses y sin falsas humildades, así he desarrollado mi labor. Pero mi trabajo no se ha limitado a estar enclavado en la curul, escuchando estériles horas de palabras huecas, pretendiendo justificar lo injustificable. Yo entiendo la democracia como participativa y por lo tanto, como un ente vivo. La democracia es algo más que un axioma, es acción, es trabajo; es saber escuchar a la gente para reproducir su sentir. Aquí, en el gobierno y en muchas oficinas públicas, hay mucha gente "calentando campos", sin enterarse de lo que ocurre fuera de sus oficinas. Para terminar saludo y digo a las y los trabajadores, que desfilaron el día de hoy como todos los días 1º de mayo, que yo sí les escucho, que yo si les entiendo y que desde el PASE estamos dispuestos a luchar contra aquellas ideas que sabemos atentan contra la dignidad y estabilidad de todas y todos.
A la gran familia costarricense le digo que tenga mucho discernimiento de lo que está ocurriendo, la crisis está empezando y el gobierno no está haciendo nada para mitigar el costo de los altos intereses que están pagando por sus hipotecas, a aquellos que acudirán a las urnas nuevamente en febrero próximo, a los que no votan o no se han decidido, los llamo al cambio; pero el cambio no es una persona, el cambio no es un Mesías, o un salvador, el cambio tampoco está en los mismos politiquillos, que siempre han ostentado el poder, mediante discursos matizados, pero en el fondo es más de lo mismo, pues son nada más que lobos con piel de oveja, detrás de su voto.
El verdadero cambio, el único cambio es Usted ... sí usted, en la privacidad de las urnas electorales para emitir el voto, usted en la soledad de su conciencia y la papeleta, usted en congruencia con sus actos; sí usted cuando identifica entre banderas y nombres, cuál será en verdad la opción que ofrecerá a nuestro país, un futuro diferente; muchas gracias.
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