Una serie de organizaciones sociales (Iglesia Luterana Costarricense, ANEP, ASDEICE, UNDECA, FECON, Consorcio de Organizaciones No Gubernamentales, UPANACIONAL, Frente Universitaria de la UCR, Frente Nacional de Comunidades Amenazadas por Políticas de Extinción, Movimiento de Agricultura Orgánica Costarricense, UPANACIONAL y Plataforma Campesina Indígena de Desarrollo) con el apoyo de dos reconocidos académicos y estudiosos de la realidad nacional (Luis Paulino Vargas Solís de la UNED y Leiner Vargas Alfaro de la UNA) presentaron a todo el país, en el marco de una gran convocatoria nacional, 10 medidas concretas, razonables, equilibradas y justas, para enfrentar la crisis económica “con inclusión social y productiva”.
Se trata de un documento serio, reposado y responsable que merece toda nuestra atención y apoyo y que parte de una realidad inevitable de nuestros días “evitar trasladar el costo de la crisis y de su superación, a las personas trabajadoras y sus familias”.
Dentro de las medidas propuestas hay una en especial que nos interesa exaltar, la promoción del trabajo decente. Este concepto –trabajo decente- se introdujo en el año 1999 en la Organización Internacional del Trabajo OIT y alude al empleo en condición de libertad, equidad, seguridad y dignidad.
Proponen en concreto las organizaciones sociales, aprovechar la crisis para generar una cantidad suficiente de empelo y trabajo decente, frente a la propuesta gubernamental que ya hemos criticado, de querer flexibilizar en perjuicio de las y los trabajadores, las jornadas laborales.
Mediante la promoción del trabajo decente proponen un sistema de premios y castigos que desincentive la competencia desleal e incentive la inversión social y ambiental. Se trata de un “sistema de apoyo y estímulo directo a las micro, pequeñas y medianas empresas de capital nacional y a las empresas de economía social, mediante una serie de transferencias condicionadas para mantener y promover el trabajo decente”
Apoyamos el impulso de estas medidas e instamos al inmediato dialogo social en torno a estas 10 medidas. Ni el gobierno de la República, ni el Presidente Arias pueden ser tan soberbios como para negarse escuchar al sector más vulnerable de la crisis: las y los trabajadores.
Las organizaciones proponentes lanzan ideas que permitirían la recuperación de los sistemas socio-productivos y financieros, mediante la exclusividad de recursos destinados a créditos para el fomento productivo y la flexibilización de indicadores económicos.
Se propone además, implementar un verdadero plan nacional de alimentos para garantizar la soberanía alimentaria, mediante una nueva y vigorosa intervención del Estado en el control y estabilidad de los precios, no solo de los productos de consumo, sino de los agroquímicos, sean genéricos o no.
Comparado con el Plan Escudo del Presidente Arias, las 10 propuestas de las organizaciones sociales demuestran seriedad y compromiso de sus gestores para con el país y nosotros, la gente ... sencillamente .... la gente. Esperemos ser escuchados en una mesa de negociación que se abrió, aunque Oscar Arias ya dijo que “el consenso es la negación del liderazgo”.
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