En esta semana santa, el PASE invita a los costarricenses a la reflexión, frente a una sociedad cada vez menos solidaria y desdibujada respecto de nuestra forma de ser e identidad nacional. Este período del año, además de ser propicio para la exaltación de la espiritualidad y para reafirmar o no nuestras creencias, ha sido por excelencia un momento idóneo para estar en familia, para compartir, para intercambiar recetas de las abuelas y escuchar historias de una Costa Rica que añoramos.
Sin embargo la vorágine de las nuevas a culturas, el abuso de esnobismo y la pasión de nuestra niñez y juventud por la tecnología dan al traste con ese país de antaño.
Las empanadas de chiverre, las mieles de frutas, las quesadillas, panes y cajetas no deben de desaparecer de la mesa criolla como tampoco deberán de perderse costumbres tan enraizadas en nuestra forma y estilo de ser como las de visitar a los amigos y vecinos, ir a un potrero a merendar con los niños, apagar por un rato los medios electrónicos y a la luz de una vela escuchar a los mayores narrar sus peripecias de joven cuando un colón era escaso y la imaginación demasiada.
En el PASE creemos que Costa Rica no debe de perderse entre tanta maraña de ideales ajenos y debe de salvaguardar lo mejor de sus tradiciones nacionales.
La semana santa más que una injustificable vacación de inicio de año, debería ser un período que combine la reflexión humana frente a los misterios divinos y la memoria colectiva o social, frente a todo aquello que nos recuerde las raíces de nuestra nacionalidad.
Sin embargo la vorágine de las nuevas a culturas, el abuso de esnobismo y la pasión de nuestra niñez y juventud por la tecnología dan al traste con ese país de antaño.
Las empanadas de chiverre, las mieles de frutas, las quesadillas, panes y cajetas no deben de desaparecer de la mesa criolla como tampoco deberán de perderse costumbres tan enraizadas en nuestra forma y estilo de ser como las de visitar a los amigos y vecinos, ir a un potrero a merendar con los niños, apagar por un rato los medios electrónicos y a la luz de una vela escuchar a los mayores narrar sus peripecias de joven cuando un colón era escaso y la imaginación demasiada.
En el PASE creemos que Costa Rica no debe de perderse entre tanta maraña de ideales ajenos y debe de salvaguardar lo mejor de sus tradiciones nacionales.
La semana santa más que una injustificable vacación de inicio de año, debería ser un período que combine la reflexión humana frente a los misterios divinos y la memoria colectiva o social, frente a todo aquello que nos recuerde las raíces de nuestra nacionalidad.
1 comentarios:
Hola Víctor
Espero que tengás un linda Semana Santa en Dios.
Saludos desde San Juan, Argentina
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