El siguiente texto corresponde a la participación de Víctor Emilio Granados en su calidad de diputado electo del PASE, en la mesa Redonda: “Realidad y perspectivas de la división de poderes en Costa Rica” que se realizó en el Auditorio Alberto Brenes Córdoba de
Quiero agradecer enormemente a los profesores de
Quiero iniciar esta intervención con una frase del reconocido escritor y poeta uruguayo recientemente fallecido, Mario Benedetti, que me parece muy apropiada para este contexto, dijo Benedetti:
“Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas”.
En efecto, hoy en torno a la teoría clásica de la separación de poderes, frente a los retos de la globalización y frente a la realidad de la dinámica política y jurídica de la vida nacional, son nuevas y cada vez más complejas las preguntas.
Para intentar responder esos nuevos proponemos brevemente examinar la positivación del principio de separación de poderes en la etapa pre constituyente a 1949, y en la constituyente misma, además de reafirmar algo que todos sabemos, la íntima relación de ese principio, con las libertades fundamentales.
Recordemos que la teoría de división de poderes, más modernamente entendida como separación de funciones del Estado, se da en el medio de la lucha organizada de la burguesía contra el feudalismo, cuyo propósito revolucionario y eje principal es, por un lado preservar las libertades y por otro instaurar un sistema democrático de poder. Si bien es cierto este principio se inserta en la vida jurídica nacional prácticamente desde alcanzamos la independencia, será hasta la época del llamado florecimiento del liberalismo político costarricense, en que se consolida como lo refiere el Doctor Carlos José Gutiérrez en su obra “Derecho Constitucional Costarricense”.
“La ideología liberal, respetuosa en un grado creciente de los derechos individuales y con mayor conciencia cada vez de ser el sufragio el más conveniente medio de solución de los problemas políticos, produjo un criterio integrador de los distintos grupos sociales que, junto con los logros obtenidos en educación, permitió a todos ellos crear un conjunto de valores y creencias…”
En ese período
En palabras de Claudio Vargas en su artículo “Historia Política, Militar y Jurídica de Costa Rica” en
La guerra civil del 48 como sabemos, es la coyuntura histórica que posibilita la convocatoria de
Más recientemente en el voto 13.323 de 2006
Partiendo entonces del artículo 9 de
Además se crea el Servicio Civil con lo cual se establece la carrera administrativa y el Presidente pierde total control sobre el nombramiento de empleados públicos, se crea el Registro Civil y el Tribunal Supremo de Elecciones que no muy pocos analistas consideran un cuarto poder de
En cuanto al Poder Legislativo no solo adquirió la facultad de decretar la suspensión de las libertades públicas, sino además la de interpelar a Ministros, censurarles –aunque sin ningún efecto jurídico más que el moral- enajenar bienes públicos, ratificar tratados y convenios internacionales.
Pero también algunos resabios del presidencialismo exacerbado de 1871 se mantuvieron en
A lo largo de la vigencia de
Por la un lado
De modo tal que, en el PASE estamos claros en lo siguiente: el principio de distribución de funciones no es del todo absoluto ya que de acuerdo con las tendencias y doctrina moderna, el sistema debe de entenderse como de inter relación entre los poderes y por ende los pesos y contrapesos, se pueden dar en un marco de coordinación y colaboración de esa triada de poderes públicos, pero guardando siempre la interdependencia funcional, es decir, evitando que se pierda el equilibrio y la armonía de ser unitarios e independientes, perdida que del todo no garantizaría un ejercicio adecuado e irrestricto de las libertades fundamentales de los ciudadanos.
Desde esa perspectiva vemos con recelo y desconfianza algunos eventos que se han suscitado en la vida política nacional recientemente. La dictadura en democracia que de alguna manera ha sido pregonada y ejercida por el actual Presidente de
Además en ese mismo período se puso de manifiesto que la calificación, selección y nombramiento de magistrados propietarios y suplentes de las distintas Salas del Poder Judicial, así como de funcionarios de otros Órganos del Estado, pasó a ser un procedimiento evidentemente cuestionado, manipulable, no solo en cuanto a la falta de objetividad en si misma de la calificación, sino especialmente en cuanto a la imparcialidad política de los nominados.
Tercera desconfianza, la intervención cada vez más profusa de
Para nosotros todo esto no es signo de ingobernabilidad. En general los detentadores de poder hablan de ingobernabilidad, hablan de la sujeción de sus atributos y facultades como funcionarios públicos, a excesivas leyes y controles que les imposibilita ejercer el mandato que el pueblo les ha conferido.
Pero en el PASE no creemos en la tal “ingobernabilidad”. Hemos acuñado un término que no nos pertenece, pero queremos nacionalizarlo. Para nosotros lo que existe en Costa Rica, es DESGOBIERNO.
El DESGOBIERNO es una forma de abordar, analizar y entender lo que en buena parte, por causa del proceso de globalización, ocurre no solo en Costa Rica sino además en otras geografías, especialmente sub desarrolladas.
En un sistema de Estado constitucional como el costarricense, los valores que previamente fueron fijados por el constituyente –compartamos o no dichos valores-, representan una escala rígida de principios a los que debe de someterse la cosa pública. Del desconocimiento de esos valores se nutre un desgobierno.
El desgobierno supone un desplazamiento de los fines y atribuciones de los poderes estatales, desplazamiento por demás ilegítimo. En palabras del catedrático de Derecho Administrativo de
Para el autor de “La organización del desgobierno”, y “El desgobierno judicial”, entre otros, el desgobierno introduce una inadecuada variación del contrato social que legitimó al Estado de Derecho y lo desnaturaliza a través de la confusión generada en torno a una actividad económica transnacional que muchas veces no distingue entre lo público y privado.
Por eso en el PASE creemos en la necesidad de recobrar la actividad reguladora, social y solidaria del Estado, tal y como se encuentra instituida aún en la carta maga de 1949. Creemos en ser vehementes y vigilantes respecto del equilibrio y respeto funcional que deben de guardar los poderes públicos entre si, y creemos en no renunciar a las potestades controladoras, lo que no significa ser un Estado menos eficaz.
También creemos en la necesidad de seleccionar de manera más democrática y adecuada, objetiva, calificada y participativa, a magistrados y otros funcionarios públicos de control institucional. En fin creemos en la necesidad de resguardad hasta donde sea posible todos esos valores y principios del constituyente que solo pueden o deben de ser sustituidos, por el mismo poder pues como dice Antonio Negri en su ensayo sobre las alternativas de la modernidad, “hablar del poder constituyente es hablar de democracia”
De cara al próximo primero de mayo, en una época caracterizada por la entropía ideológica y las alianzas partidarias en torno a intereses relativamente homogéneos un grupo de partidos político de oposición pretendemos elegir un directorio independiente funcional y políticamente del gobierno o poder central.
Es un gran paso hacia la desconcentración del poder político que hemos experimentado en los últimos años, un gran paso hacia una moderación de los atributos de los poderes públicos, hacia un verdadero o al menos más visible control u autocontrol del primer poder de
El contraste bueno-malo es apenas una percepción fruto de la experiencia social sujeta a las variables de la realidad individualizada. Mientras que un mismo bosque es para un ecologista un paraíso que hay que preservar, para un empresario maderero representa materia prima traducible en producción, para el artista es un paisaje más, para ciertas especies su hábitat y para un cazador el escenario de su deporte.
De esta forma pretendemos concluir que para nosotros, democracia aún con sus imperfecciones es solo democracia y nada más que democracia, que dictadura no es más que dictadura y solo arbitrariedad, pero dictadura en democracia, no es más que una perversión del poder político que le da la espalda, a
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