Victor Emilio Granados Calvo

En principio cabe recordar que la celebración del Día Internacional de la Mujer recoge una lucha ya emprendida en la antigua Grecia por Lisístrata. Luego fue la .propuesta de Clara Zetkin, como una jornada de lucha por los derechos de las mujeres, dicha propuesta fue aprobada unánimemente por la conferencia de más de 100 mujeres procedentes de 17 países, entre ellas las tres primeras mujeres elegidas para el parlamento finés.

El Día Internacional de la Mujer se celebró por primera vez (el 19 de marzo) en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, con mítines a los que asistieron más de un millón de personas, que exigieron para las mujeres el derecho de voto y el de ocupar cargos públicos, el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.

Es nuestra responsabilidad que la lucha dada por esas mujeres fructifique, que nos constituyamos en altavoces de la que es silenciada, de la que sufre violencia doméstica, de la que es doblemente discriminada por su condición de mujer y discapacidad, de la que es despedida por motivos de maternidad o luego del tiempo de lactancia, de la mujer campesina que lucha por la conservación de la biodiversidad, del agua potable. Que los programas estatales estén realmente encaminados a incorporar a la mujer en el proceso de crecimiento económico, donde la mujer empresaria, la profesional, la indígena sea factor decisivo en el cambio que el progreso exige.

Y es precisamente la lucha por los derechos humanos de donde se desprende la ideología humanista del PASE, con una visión integral de una sociedad accesible y sin exclusión, que afirma la dignidad y el valor de la mujer y el hombre, su derecho al libre desarrollo y el sentido de la autodeterminación.

Desde el Pase también afirmamos que la mujer no es una víctima a quien proteger sino una persona que tiene derechos y debe exigir que se cumplan. No obstante, estamos conscientes de que nuestro actual modelo debe ser transformado para que esta no siga siendo objeto de agresiones sexuales y violencia, en la mayoría de casos por parte de sus parejas, donde por supuesto las mujeres de escasos recursos económicos y con estudios incompletos son las más afectadas.

Por ello, nos llenó de beneplácito que en la reciente pugna política tuvimos la oportunidad no solo de ganar un escaño en la Asamblea Legislativa, sino de sacar algunas mujeres regidoras en las distintas municipalidades del país.,

Finalmente, en el PASE consideramos que el camino para el cambio en la construcción de género debe transitarse a partir del seno familiar, la escuela, la iglesia, los medios de comunicación y el Estado con sus instituciones en la interpretación, los contenidos y las valoraciones que les atribuyen las personas que aplican la ley.