martes, 3 de noviembre de 2009

Defensor de los habitante no vidente

Entre la lista de aspirantes a Defensor de los Habitantes figura una alternativa de lujo, me refiero al abogado Olman Ugalde González, quién es no-vidente, un ciudadano ejemplo de lucha, de extracción humilde, de padres campesinos y con una trayectoria de superación personal que es digna de emular.
Para don Olman la discapacidad nunca fue óbice para brillar con luz propia. En 1985 ingresó a laborar al Banco Central de Costa Rica, donde ha sido recepcionista, ascensorista, oficinista, analista administrativo y ahora abogado.
Le conozco y puedo dar fe de su infatigable deseo de burlar las barreras que la vida le impuso, el Colegio de Abogados le condecoró con medalla de oro por ser el primer no vidente en incorporar en el 2003 alcanza el Diploma de especialización en Derecho Constitucional y Ciencia Política, asimismo el 15 de diciembre 2005 en la Universidad Complutense de Madrid, España, se convierte en el primer invidente costarricense en alcanzar el grado de Doctor con la calificación de sobresaliente CUM Laude Máxima.
En otra nueva aspiración, don Olman Ugalde se convirtió en el primer candidato a Defensor de los Habitantes no vidente y ha sido muy bien calificado por la comisión de nombramientos de la Asamblea Legislativa. Ya en Costa Rica dimos el gran paso de elegir como diputado de la República a Oscar López. Aunque a algunos detractores no les gusta su verbo fuerte y sincero, la única verdad es que propios y extraños le han reconocido al líder del PASE, sus esfuerzos legislativos y extra legislativos a favor de los derechos humanos de las personas menos favorecidas de la sociedad costarricense.
Que las y los diputados elijan como Defensor a otro no vidente, sería otro gran paso en el reconocimiento de las capacidades, actitudes y coraje de esta población nacional. Tendríamos al frente de la Defensoría a un hombre que demostró que para alcanzar las metas propuestas, solo hay que luchar por ellas, que no se deja quebrar por las circunstancias adversas, que conoce a los ciudadanos y sus necesidades.
Deberíamos instar por medio de correos y cartas a los representantes populares a que elijan al primer defensor de los habitantes no vidente del mundo, pues con el doctor Ugalde estaremos muy bien defendidos porque su capacidad, sensibilidad y compromiso con la justicia, lo acreditan como una persona idónea para ocupar ese digno cargo de defensor de los Habitantes.

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