Durante el período que nos correspondió el honor de tomar las riendas y la dirección del pri- mer poder de la República, la búsqueda del diálogo fecundo, la negociación abierta y transpa- rente, los acuerdos y el consenso, fue la tónica de nuestra accionar.
Con mucha ilusión el primero de mayo de 2012, un grupo de diputadas y diputados multiparti- distas, asumimos el control administrativo de la Asamblea Legislativa y la enorme responsabi- lidad de hacer fluir acuerdos políticos y legislativos, en medio del fraccionamiento, la división, la incertidumbre, la tensión y el enfrentamiento que caracterizaron los dos años previos a nuestra gestión.
Hoy, al rendir cuentas de nuestro trabajo, podemos sentirnos satisfechos de lo alcanzado. En materia legislativa, fundamentalmente rescatamos el respeto mutuo, el Señorío y la paz en medio de la cual, se dieron amplias discusiones en torno a la visión que tienen las fracciones políticas y sus representantes sobre los problemas del país.
Más que ofrecer resultados cuantitativos, resaltamos la aprobación de leyes que vinieron a modificar sustantivamente el ordenamiento jurídico, a resolver problemas y peticiones sociales y atender a requerimientos del propio Estado Costarricense, que tenían muchos años sin ser resueltos legislativamente.
En materia fiscal, logramos la aprobación de la ley de transparencia fiscal que sacó a nuestro país de la odiosa lista de paraísos fiscales del mundo, la ley de fortalecimiento de la gestión tributaria que por fin dotó de instrumentos a la administración para cobrar más y de mejor ma- nera los impuestos actuales y la ley que permitió la emisión de títulos valores internacionales “Euro bonos” cuyos efectos positivos en las tasas de intereses que pagamos todos los costa- rricenses deudores del sistema bancario nacional, ya se empiezan a sentir.
En el campo de la seguridad ciudadana se dieron grandes pasos. Se aprobó la ley de impues- tos a casinos y casas de apuestas virtuales para dirigir esos recursos de manera exclusiva a la seguridad pública, además la ley que permite que los órganos policiales que persiguen deli- tos de narcotráfico o legitimación de capitales, puedan utilizar de manera mas pronta y efecti- va los recursos, bienes inmuebles y muebles que decomisan por esas actividades y destinar- los a continuar reprimiendo ese tipo de delitos.
Se aprobó la ley que castiga la trata de personas, la ley de delitos informáticos y se avanzó en la posibilidad de implementar mediante ley, el uso de dispositivos electrónicos para el con- trol de privados de libertad que por razones preventivas, no es necesario que formen parte del sistema penitenciario.
Durante este período legislativo, dimos respuesta a problemas sociales y requerimientos que tenían años enteros sin ser resueltos, nos referimos a la ley de control y expendio de bebidas alcohólicas que vino a actualizar los montos de las patentes, los horarios y la publicidad de este tipo de productos, la ley de tránsito de vías terrestres y la reforma al artículo 70 de la ley de pensionados del magisterio nacional que favoreció directamente a 30 mil adultos mayores, jubilados y educadores, que se encontraban en verdadera situación de injusticia social debido a los montos que por concepto de impuesto de renta debían de cancelar por concepto de su jubilación.
En cuanto al agro, la Asamblea Legislativa supo responder a la imperiosa necesidad de regu- lar el impuesto sobre bienes inmuebles que pagarían los terrenos de uso agrícola, presupues- tando además dentro del presupuesto ordinario el dinero suficiente para iniciar con un nuevo censo agropecuario que servirá para identificar las necesidades y potencialidades de este im- portante sector productivo del país, pero además; supo dar respuesta al apremiante problema del marchamo de los motociclistas, a la situación de inestabilidad laboral de las y los salone- ros o a la crisis económica de la Caja Costarricense de Seguro Social mediante la interpreta- ción del salario de los profesionales en ciencias médicas de esa emblemática institución.
Aprobamos la primera ley en la historia legislativa costarricense de iniciativa popular, la ley de vida silvestre, legando además, para futuras propuestas ciudadanas, un procedimiento legisla- tivo antes inexplorado, que garantizará el reconocimiento y plazos de votación de aquellos proyectos que hayan sido impulsados por los ciudadanos.
En materia educativa aprobamos el fideicomiso para nueva infraestructura educativa u equi- pamiento de la existente en secundaria y dejamos dispensado de todo trámite el crédito que el Banco Mundial otorga al Estado para infraestructura de universidades públicas.
Estas leyes de la República, así como otras como los tratados comerciales con México, Sin- gapur y Perú, o la convención de la OIT que protege a las trabajadoras y trabajadores domés- ticos, la ley que declara el LESCO como lengua oficial de la comunidad sorda, la ley que establece moratoria de dos años para que los habitantes de las zonas costeras no sean desaloja- dos administrativamente de sus casas o comercios, o cualesquiera de los casi 100 instrumen- tos legislativos nuevos aprobados durante este período, son fruto de un gran consenso, pues tanto en primer como en segundo debate, en promedio, el 97 por ciento de las y los diputados presentes, votó a favor de las iniciativas, dado el alto nivel de madurez, discusión y acuerdo al que se llegó.
En el campo administrativo el Directorio se enfocó en encontrar la solución definitiva al pro- blema del edificio legislativo. Frente a una inversión en el presupuesto anual de cientos de millones de colones en alquiler y en mantenimiento y reparación de los edificios actuales, di- mos pasos concretos mediante la suscripción del fideicomiso de la Asamblea Legislativa y el Banco de Costa Rica.
En ese marco legal y con el total respaldo, fiscalización y empuje del Colegio Federado e In- genieros y Arquitectos, arrancamos con éxito el concurso de anteproyecto del nuevo edificio que un jurado de expertos adjudicó finalmente.
Aprobamos la política institucional de género, de discapacidad y de ambiente; política destina- da a que existan en el orden administrativo medidas permanentes y sostenibles para garanti- zar la igualdad de género en todos los procesos legislativos, la igualdad de oportunidades y la ansiada meta de que el congreso sea carbono neutral en el año 2021.
Respaldamos y acogimos con ímpetu todas aquellas medidas para exaltar el papel que juega el personal de este poder público, ya fuese mediante el reconocimiento por años laborados, hasta la creación del día del empleado legislativo, impulsamos la reforma de departamentos como el de Servicios Técnicos y de Prensa y Protocolo y ante todo, tratamos con la dignidad y decoro que merecen, a todos y cada uno de los servidores públicos que engrandecen y enal- tecen a la Asamblea Legislativa.
Aprobamos un presupuesto austero para el año 2013, así como medidas de ahorro en el uso de recursos como giras nacionales o internacionales que de acuerdo con las primeras proyec- ciones de ejecución, ya han generado un ahorro de 500 millones de colones en los primeros meses de este año.
Nada de lo avanzado y logrado hubiese sido posible sin el concurso de todas y todos. En pri- mer lugar gracias al enconado esfuerzo de negociación transparente y patriota de cada uno de los jefes y jefa de fracciones legislativas, así como subjefes y subjefes, que la mayor parte de las veces, con gran sacrificio personal y después de jornadas legislativas exhaustivas, encon- traron en sus corazones e intelecto la forma para llegar acuerdos. Dejo patente además, mi agradecimiento a todos los miembros del Directorio Legislativo, a la Dirección Ejecutiva enca- bezada por Antonio Ayales Esna y a todo el personal de la Asamblea Legislativa.
Sabemos y somos consientes de que faltaron muchas cosas por hacer. En medio de las ne- cesidades sociales de lo que requiere nuestro endémico y cambiante Estado para ser cada vez más eficiente y eficaz, son muchos los cambios y las realidades a las que se debe de avocar un órgano tan complejo como el legislativo, que además debe de encontrar el sano balance entre su función primordial y el ejercicio del sano y adecuado control sobre las deci- siones de otros poder públicos y jerarcas institucionales.
Pero lo alcanzado durante este período y en especial, la forma en que se alcanzó, abriendo mesas de diálogo para que interactuaran diputados, representantes de organizaciones civiles y no gubernamentales y gobierno, debe de ser un ejemplo a imitar en el futuro, sobre todo por aquellos que entendamos que nuestra democracia representativa cada vez exige demos paso a un sistema más participativo, un sistema que en las decisiones fundamentales tome en cuenta a todos los interesados y ya no solo a los grupos legitimados políticamente en las ur- nas electorales.
Este es nuestro aporte, nuestro esfuerzo y los resultados de un período que en medio de las dificultades y retos que enfrenta nuestro país, legamos todas y todos los diputados a nuestra Costa Rica.
Víctor Emilio Granados, Presidente